lunes, 31 de mayo de 2010

Allá a lo lejos..

Nunca olvidaré tu última sonrisa, una sonrisa apagada, triste.. casi sin fuerzas ni para sacarla adelante. Después, un suspiro. Un grande y largo suspiro.
Tus palabras fueron tan bonitas como dolorosas, unas palabras de despedida, algo que no se olvida a pesar del tiempo.
Una lágrima derramaste entonces, cuando me viste allí tirada, desplomada, llorando por la rabia acumulada. Jamás te había visto llorar, jamás me lo hubiera imaginado.
Palabras crueles de despedida acompañaban a tus lágrimas, "ya no queda nada" recuerdo que decias, mientras yo no aceptaba la idea de no verte de nuevo a mi lado.
Me marché, te marchaste. Ambos elegimos caminos distintos. Recuerdo que aquel día fue el peor que había pasado en mucho tiempo, aún recuerdo todo como si hubiera sido ayer.
No pasó mucho tiempo en el que volví a ver tu rostro. Pero ya estaba algo apagado, era más triste que la última vez que lo vi. Te acompañaba una botella de ron. Poco después caiste al suelo, ya cansado de andar, ya cansado de este mundo.
Intenté borrar las heridas que te habían hecho llegar hasta aquí, tú te negabas, pero jamás pude darme por vencida.
Decias cosas sin sentido, hablabas de ella, tus problemas no hacían más que empeorar, te peleabas con cualquier persona.
Quizá la idea que yo tenía en mi cabeza era muy distinta a lo que realmente había. Por mucho que intenté ayudarte, jamás mereció la pena..

Yols.

Mañana de verano

El calor de aquella mañana de agosto hacía que costara más andar. Cada paso era como un paso en un desierto, vacío, caluroso... lo que se dice desierto. Pero no le importó. Siguió caminando aunque sus pies no pudieran, aunque su cabeza dijera "basta!".

"¿Qué había al otro lado del camino?" preguntaron algunos.
"¿Qué pasó finalmente con ella?" preguntaron otros más.

Ella siguió caminando. Fue un camino duro, algo largo, doloroso.. pero finalmente, lo encontró.
Aquello que tanto anhelaba, que ansiaba encontrar.
Una pizca de felicidad. Algo que le devolviera a la vida. Ya estaba cansada de andar moribunda por las calles de París, extrañaba sentirse una persona viva, con ilusiones y esperanzas.
Así que sin rendirse lo logró. Llegó. Pero allí no había nada.
¿Dónde estaba la felicidad que tanto le habian prometido?¿Acaso tenía forma esa felicidad?¿Qué pretendía encontrar allí?
Ni tan siquiera lo había pensado, solamente la idea de encontrar la felicidad le ponía los pelos de punta. Cuando se lo contaron salió inmediatamente de su casa, buscándola.
Ahora estaba allí. Sudada. Casi llorando. No podía creerselo, allí no había nada. Ni siquiera una persona a la que poder gritarle por aquella mentira que le habían contado.
Entonces apareció. Un recuerdo pasado. Unos ojos marrones se clavaron entonces en los suyos azules.

"Has venido aquí en busca de la felicidad, yo también estoy aquí por el mismo motivo, supongo que hemos encontrado lo que buscabamos."

Y un te quiero se desprendió de sus labios.

Más frases.

-La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento.

-Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.

-Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Pathetic.


Seguía esperando algo que jamás volvería, algo que se marchó hace ya unos días, ¿semanas? Quizá. ¿Meses? No podría decir que no.
Pero aun así seguía allí, sentada en aquel viejo banco, entre esas rosas que emanaban un dulce olor. Esperándolo. Como jamás había hecho. Como jamás se había planteado hacerlo.

Día tras día iba a aquel banco, a seguir esperando que volviera. La gente pasaba, a veces la miraban, otras ni tan siquiera se fijaban en aquella chica indefensa sentada en un banco esperando ser sorprendida en cualquier momento.

Pero aquel día los vió pasar por allí.
Eran exactamente las 5 de la tarde. Él había salido hacía nada de las clases, ella... mejor no hablar de ella.
Paseaban los dos felices, sin complicación ninguna, como si entre ellos jamás hubiera pasado nada, como si el destino les hubiera hecho un favor al volverlos a unir.
¿A una chica interesada y a un chico sin sentido? Quizá..

Ella no podía hacer nada. Solamente sentirse víctima de todo aquel tiempo que había perdido.
Pero aquel sentimiento de culpa acabó desapareciendo al cabo de unos segundos.
Se armó de valor. Sus converse, ya manchadas del barro causado por la lluvia del día anterior, no hacían ánimo de marcharse de aquel banco, parecía que quisieran quedarse allí por siempre.
Pero, pese a su voluntad, pese a sus sentimientos, logró escapar de los pensamientos que días atrás la habían atormentado.
Porque poco a poco consiguió darse cuenta de que no merecía la pena seguir aquí, no merecía la pena intentar seguir un camino que un día se partió en dos.
Así que se puso sus grandes cascos, puso su canción preferida y comenzó a andar. Sin rumbo, sin destino, pero feliz.

sábado, 22 de mayo de 2010

Prince of persia



Simplemente, me encanta!

Ciudad de sombra


Aquí estoy. Perdida en las sombras de la noche.
Cristales empañados. Calles mojadas. La fría lluvia de esta noche ha conseguido que la gente se extinga. Nadie queda en estas calles ya desiertas. Solamente yo.
Cielo oscuro. Nubes negras lo cubren. Un sueño. Una esperanza. Una ilusión..
cualquier color alegre en esta ciudad tiende a volverse de color oscuro, un color casi tan negro como el carbón, casi tan negro como esta ciudad teñida de pesadillas.

Pero aunque creía que la esperanza aquí ya era algo imposible, algo de lo que ni siquiera podía hablarse por miedo a ser castigada por ello, él me da esa esperanza que todo el mundo aquí añora.
Y eso es lo que me da las fuerzas necesarias para poder vivir en esta ciudad, el convivir con él, el saber en todo momento que un hueco de luz se abrirá paso entre todas estas tinieblas y ahí estará él, aguardando el momento perfecto para venir a por mi, y escaparnos a una nueva ciudad.
Llena de esperanzas y sueños..

viernes, 21 de mayo de 2010

Happy


Excusa ma ti chiamo amore



L'amore non ha eta.

Avril Lavigne













martes, 18 de mayo de 2010

Converse ♥


















I love him.




New york






Nueva York.

Felicidad

Quizá había olvidado ya lo que era correr, lo que era vivir miedos. Hace días aún seguía con la cabeza gacha, intentando no mirar al sol por miedo a que este cegara la poca visión bonita del mundo que me quedaba.
Abrí aquella botella de vodka que compré hace tiempo. Aquella botella que llevaba reservando para una ocasión especial.
¿Qué ocasión hay más especial que volver a reir?
En cuanto vi ese brillo en tu mirada me di cuenta de dos cosas.
La primera, echaba de menos el brillo de unos ojos latentes de felicidad, de aquella felicidad del momento, una felicidad algo infantil, pero al mismo tiempo preciosa.
La segunda, echaba de menos reir como lo hice en su tiempo. También habia estado echando de menos correr, correr sin tener miedo de tropezar y caerme.

La botella ya está medio vacia. Quizá el alcohol ha hecho que tenga una visión más bonita de lo que realmente es la vida en sí. Pero esta felicidad me gusta, me siento agusto con ella.
Y sé que nadie puede arrebatarmela.

Volverá

Echa la cabeza hacia atrás. Un largo suspiro inunda la habitación en la que se encuentra.
Un extraño aroma llega de repente a su nariz, un aroma que ya había olido antes, que quizá había olvidado.
Aquel olor a persona amada le hizo recordar entonces todo lo que en su momento vivieron.
Y allí estaba. Él. En un lado de aquella sala, apartados de todo el mundo. Cualquier cosa que tuviera que hacer la había dejado tirada para verla a ella, para poder observar su rostro una vez más antes de irse definitivamente. Antes de abandonar esta historia que tantos problemas les había ocasionado.

Ella se levanta. Anda lentamente hacia el rincón de la sala donde él se encuentra. Un rostro algo más mayor que el que ella recordaba. Habían pasado 5 años, en los no se había vuelto a ver.
Él no hace nada. No mueve ni tan siquiera un dedo de su mano. La observa fijamente mientras sigue acercándose.
Al fin ha llegado, siente su respiración, ve sus grandes ojos verdes, mira su pelo, algo más corto que la última vez que se vieron. Deja reposar su cabeza en su hombro, olvidandose de todos los miedos que inundaban cada día su cabeza.
¿Cuantas veces había soñado con este momento? ¿Cuánto tiempo le había hecho falta para asumir que jamás volvería?
Y ahora estaba con ella, aunque a penas no se moviera, estaba ahí, y nunca se iba a marchar.. al menos, no ahora..

Porque ni el tiempo ni la gente puede arrebatarnos eso que realmente queremos.
Yoli.

Pequeñas cosas

Perderme en el compás de una canción. Pasear por la arena de una playa desierta descalza. Sentir el aroma de las flores que llenan ese hermoso jardín. Perderme en el sol de cada amanecer.
Recorrer kilómetros pensando en una persona. Salir al balcón y respirar ese aire que sabe a tranquilidad. Perderme en una mañana soleada de Mayo. Acariciar tu piel sintiendo el suave tacto de ella entre mis dedos. Observar todos y cada uno de tus defectos. Pensar que la vida, sin estas pequeñas cosas, dejaria de ser vida.

Maltrato

"Te amo, y pienso hacerlo el resto de mis días. Quiero despertarme y saber que sigues aquí, que estas a mi lado en esta cama, que no te has ido. También quiero jurarte que jamás pienso irme, que no voy a terminar nunca con esta historia que un día comenzamos.
Te quiero, por muy ñoño que quede, más que a nada en este mundo. Porque sé que no podría vivir sin ti, sin hablar contigo y sin ver tu sonrisa. Dejame demostrarte que lo que siento por ti va más allá de las palabras, va más allá de los sueños, porque esto es realidad y mi realidad eres tú."

Semanas después discutieron. La primera vez que le ponía una mano encima. La primera bofetada.
Volvieron, una vez tras otra, ella por miedo a que su violencia fuera a más, él porque la amaba y solo quería que estuviera con él..

Penumbra

Me aferro a estas paredes que me rodean. Tu nombre sigue escrito en ellas. Ya no recuerdo tus rasgos, ya no recuerdo tu sonrisa...
Aquella luz que un día se encendio ya está apagada.
Oscura y en medio de la nada me encuentro.
Tus huellas en este camino son como marcas imborrables que recorren mi cabeza desde que amanece hasta la salida de la luna.
Cuando pestañeé para ver si tu sombra era un simple sueño, algo tan poco real como tus besos, descubrí que te habías ido. Que tenía razón al pensar que tú eras un sueño pasajero, que jamás habías existido.
Y ahora tu nombre es solamente un borrón en estas paredes de aquella habitación oscura que un día nos contempló, en la cual mi cuerpo yace, entre la penumbra y el polvo.

martes, 4 de mayo de 2010

Ojos verdes

Entonces apareció. Por aquella calle oscura, bajo aquellas farolas que practicamente no alumbraban, pude distinguir su mirada.
Dos ojos verdes. Mirada penetrante.
Un caminar bastante torpe para una persona como él. Ropa nueva. Comprada especialmente para aquella ocasión.

Entonces el mundo se detuvo por un momento. Sin darme cuenta tenía toda mi cara llena de lágrimas. Corría hacia mí, yo no sabía que estaba pasando. Un dolor muy fuerte se apoderaba de mi costado derecho. Una bala había sido la culpable de aquello. Él. Aquellas indecisiones suyas me llevaron a tomar esta decisión, a no querer volver a verle, intentar ser feliz. Pero cuando miré atrás allí estaba, quieto, mirándome con aquellos ojos marrones, con aquella pequeña pistola en su mano.
Solté un último suspiro, y lentamente vi como mi cuerpo se desplomaba en aquel charco de sangre. Y por último lo vi a él allí, mirándome, sus ojos verdes son lo último que recuerdo..

Un simple recuerdo

Echo de menos aquellos besos de madrugada. Aquellos que me hacian sentir viva fuera la hora que fuera.
Despertaba acurrucada a tu lado. Buscando una sonrisa de buena mañana, un simplemente "Buenos días" que saliera entre susurros de tu boca.
Te miraba y en tus ojos encontraba la paz que buscaba.

Y entre palabras el tiempo se perdió. Dejó de ser algo presente para convertirse en algo pasado, algo pasajero, un recuerdo más.