sábado, 24 de abril de 2010

Olvidarte

Aunque crea que es posible, aunque aparente tenerlo todo bajo control, sé que no es así.
Que es ver tu foto y se me echa el mundo encima. Recordar aquel momento y no dejar de pensar en él en toda una tarde, quizá un día.
Porque aunque parezca que todo es tan fácil, que en dos días se me ha olvidado, me es prácticamente imposible olvidar tu sonrisa o cada uno de tus movimientos, por muy tontos que fueran.
Incluso cada una de tus estúpidas palabrejas se me han quedado marcadas, como si no pudieran irse, como si tú no pudieras irte.
Me paso horas al día diciéndolas, no se si porque me las pegaste, o por el simple hecho de recordarte al decirlas.
No puedo hacer como si nada hubiera ocurrido, porque aunque intentemos hacer que no ha ocurrido, que tú y yo jamás tuvimos nada, ambos sabemos que ocurrió, que aquello fue verdad.
Aunque no me mires ni me hables, se que estas ahí. Que jamás te has ido, que jamás te irás.
Sigo teniendo la esperanza de que ocurrirá lo mismo que ocurrió meses atrás, tonta de mi por pensar cosas así, por pensar que volverás, que haremos como que no ocurrió nada e incluso volveremos a vernos.
Es verte y el mundo se para por completo. Incluso cuando me hablas, por muy estúpido que sea lo que me dices, me alegra saber que estas ahí, que nunca te has ido.
Si tiene que pasar un mes para que todo vuelva a la normalidad, esperaré, esperaré todo el tiempo que haga falta.

La opción más fácil, incluso más adecuada por mi bien, sería olvidarme de ti, intentar fingir que no existes, no mirar tus fotos ni recordar aquellos tiempos.
No pensar en cómo te conocí, en cómo hablamos, en los días que pasaron, en cada momento a tu lado...

.. pero por mucho que lo intente me es imposible incluso olvidar el olor de tu piel.