Ya no dices nada. Las palabras ya no forman parte de tu vida.
Tu mirada es quién habla por ti. No logras articular palabra.
Cuando alguien te pregunta, te limitas a contestar con una mirada.
Lo buscas en cada sombra que ves. Sales a la calle y lo único que deseas es encontrartelo, ya sea por casualidad o porque el destino ha querido ponerlo ahi.
En esta noche oscura, cielo tapado por nubes, sigues buscando.
Tus animos se van desvaneciendo...
logras verlo allá a lo lejos. Caminas, caminas miles de calles esperando volver a verlo. Y vuelve a ocurrir. Alli está.
Ya casi lo has alcanzado. Pero cuando logras estar a tan solo un paso de él, se desvanece.. se desvanece como arena entre los dedos.